La Violeta, un bar de tapas «Slow Food» en Barcelona
Ubicado cerca del mercado de la Barceloneta, La Violeta ofrece un concepto de bar de tapas poniendo en valor la agricultura ecológica y local.
La Violeta, un restaurante “Glocal”: proveedores locales y productos de calidad
¡Aquí no hay ni proveedores opacos ni alimentos rociados de pesticidas! Todos los ingredientes llegan de granjas ecológicas (biodinámicas) ubicadas en un radio de 100km alrededor de Barcelona (Canet de Mar, Vilassar de Mar…).
Es el principio de la cocina «Kilómetro 0» y del Slow Food, que se opone a la comida rápida y basada en los valores comunes de la ecogastronomía y el consumo alternativo, un movimiento que se organiza a escala local.
En la práctica, el chef Jordi Limón colabora con otros restauradores en el convivium Slow Food de Barcelona, aunque también tenga sus propios proveedores. Selecciona productos de primera calidad y respetuosos con el medio ambiente.
La Violeta, una cocina original y sabrosa
Los ingredientes se cocinan con el fin de sublimar sus sabores a la vez que ofrecen nuevas combinaciones. El resultado son tapas inesperadas, como el «Trio de mini hamburguesas»: 3 albóndigas de carne de cerdo cubiertas con una loncha de queso, cebollas confitadas coronadas por una tracería de finas hierbas. La carne es gustosa y el montaje equilibrado.
Lo mismo sucede con la pechuga de pato y los espárragos. Me sorprendió gratamente la calidad del pato, perfectamente asado a la parrilla y rosado en el interior. Los pequeños espárragos a la plancha son crujientes a la perfección y todo se casa bien con una salsa de mostaza tan misteriosa como deliciosa.
Si buscas frescor, te aconsejo el «Salmorejo». Es una especialidad andaluza, una especie de gazpacho mucho más espeso, con trocitos de jamón y de huevo esparcidos por encima. ¡Acompañado de una cerveza belga artesana y certificada ecológica!
Los postres también valen la pena. Déjate tentar por la crema catalana en plato de sopa, decorada con migas fondant de brownies y de fresas picadas en trocitos pequeños.
Los amantes de la fruta que opten el «queso de Mango», un postre de sabor similar a la tarta de queso, sabiamente combinado con una salsa de mango fresco. Con el café, ¡tampoco te pierdas la original trufa de chocolate blanco y arroz inflado!
Una pequeña ventaja del La Violeta
El interior está abierto en verano, así que también puedes ir al La Violeta a buscar sombra y refrescarte con un batido preparado ante tus ojos con frutas de temporada.
El chef, Jordi Limón, tiene otro establecimiento: el restaurante Somorrostro justo a la esquina de la calle, de cocina muy elaborada ¡y con un concepto todavía más radicalmente «slow food»!
¡Buen provecho!
