La Xampanyeria: cava y tapas baratos en un ambiente auténtico y cosmopolita
Can Paixano
, más conocido como «la Xampanyeria» («champañería») es un lugar muy peculiar: no es ni un bar de tapas, ni un bar a secas, y mucho menos un restaurante.
El ambiente de la Xampanyeria
La llegada
La Xampanyeria está situada en una pequeña calle tranquila de Barcelona. Está escondida detrás de una gran puerta entreabierta pero no resulta demasiado difícil encontrarla si nos dejamos guiar por el ligero tumulto de gente que se arremolina en la entrada a escasos metros de aquí y nos deja adivinar su presencia.
Una vez delante de la puerta, se nos puede caer el alma a los pies al ver que el lugar está abarrotado. Yo no habría sido lo bastante intrépido como para adentrarme en el lugar si mis amigos barceloneses no me hubieran puesto por las nubes este sitio tan peculiar y para nada caro.
- Si padeces agorafobia, no te sentirás cómodo en un lugar así, y es que no se puede ir con medias tintas: o adoras el sitio o lo aborreces.
- Ábrete paso entre el gentío, por debajo de los jamones que cuelgan de la bóveda del techo. Una vez que hayas atravesado el «muro de contención » humano de la entrada, encontrarás sitio y te las apañarás para encontrar un rinconcito, como todo el mundo.
El pedido y el servicio
A medida que te acerques a la barra, un nuevo ruido te llegará a los oídos: el «plop» de las botellas de cava, ese ruido que suena cuando los camareros las descorchan con fuerza. Llenan copas de cava sin parar, con un gesto preciso, sin derramar ni una gota.
Con una habilidad impresionante y, a pesar de la enorme cantidad de gente, saben muy bien qué es lo que ha pedido cada uno.
Una vez que te hayan servido, podrás disfrutar de veras del ambiente de la Xampanyeria.
Una experiencia única
En la Xampanyeria, el ambiente es auténtico y cosmopolita, típico y atípico a la vez.
Pedirás tapas y te las comerás de pie, apoyado en la barra mientras saboreas una copa de cava. Catalanes, expatriados, turistas, jóvenes y no tan jóvenes… todo el mundo va a la Xampanyeria, es un verdadero centro de encuentro.
Sin duda alguna, tal variedad de clientes contribuye al encanto de la Xampanyeria. Además, sería una pena descubrirla cuando no está llena porque entonces nos quedamos sin el espectáculo que supone ver a toda esta gente. Están todos apretados, hablan fuerte, levantan los brazos para coger las copas de cava con una mano y los euros con la otra.
Aquí, la gente come tapas, grita, se agarra por el hombro. En cierto modo, se respira un aire de libertad. Nadie se corta: se ríen a carcajadas y hablan con cualquiera. En la Xampanyeria hay calor humano, en el sentido propio y en el figurado.
La Carta de la Xampanyeria
Bueno, ¡lo de «carta» es un decir! Aquí, el nombre de la comida y la bebida está escrito en catalán detrás de la barra.
Para poder elegir y pedir lo que quieres sin demasiadas complicaciones, apréndete las palabras que más a menudo se utilizan en los bares y restaurantes catalanes: pernil (jamón), salsitxa (salchicha), entrepan (bocadillo), botifarra (butifarra), formatge (queso)…
Tapas y compañía
En la Xampanyeria sirven tapas o raciones de embutido como las de jamón serrano, chorizo o fuet (especie de longaniza larga y delgada).
Por lo que se refiere al queso, podrás escoger entre varios tipos de manchego; también hay roquefort.
Si quieres un tentempié más consistente, pide un entrepà, pequeño bocadillo caliente o frío que puede ser de salchicha, morcilla, jamón, pollo, salmón o sardinas, y al que le pueden añadir cebolla y/o queso si lo pides.
Podrás comer hasta saciarte aunque tengas un presupuesto limitado ya que el precio de cada ración no supera los 3 euros. Un super buen plan ¿no?
Cava
El cava no es nada caro. Tanto si quieres el cava más sencillo, como si lo quieres rosado, extra o brut, la copa no llega a los 1,50 euros.
Para poder beber cava hay que comer también: las copas se sirven sólo para acompañar la comida.
¡Salud!