Crónica de una Erasmus en Barcelona: 10 reglas de oro para compartir piso

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«Soy francés, español, inglés, danés. Soy como Europa. Soy todo esto. Soy un desastre» dice Javier, el protagonista de la película de culto de Cédric Klapisch Una casa de locos  (L’Auberge Espagnole).

¿Estás a punto de mudarte a un piso compartido o eres ya adepto(a) a compartir alojamiento? Este articulo te da las reglas de oro que has de seguir para disfrutar plenamente de esta experiencia inolvidable.

Regla n°1: Viviré una experiencia internacional

Barcelona es LA ciudad cosmopolita por excelencia. Atrae a nacionalidades del mundo entero: norteamericanos y sudamericanos, canadienses, chinos, australianos, belgas o polacos… ¡Si compartes piso, descubrirás culturas muy diferentes! Es la ventaja de este tipo de alojamiento. ¡Así también perfeccionarás el inglés – o mejor dicho, el globish –  y el lenguaje corporal! Los gestos son de gran ayuda cuando no nos salen las palabras.

Regla n°2: Me adaptaré al ritmo español

Compartir piso implica que se vive en un espacio multicultural, y la gente se adapta bien al ritmo español. Los horarios son diferentes comparados con los de otros países: el día empieza más tarde, a menudo se saltan el desayuno y se cena alrededor de las 9 o las 10 de la noche ¡El emblemático bikini (sandwich de jamón y queso) es perfecto para comer rápidamente y a cualquier hora!

Regla n° 3: Compartiré la nevera

Para más comodidad, en la mayoría de casos, se comparte la nevera: a cada inquilino se le atribuye un estante. Todos ponen en común un presupuesto determinado para comprar los productos de limpieza y demás que se utilizan diariamente, como el papel de cocina o el agua. Aquí, casi todo el mundo bebe agua de botella ya que el agua del grifo, aunque es potable, tiene mucho gusto a cloro.

Regla n°4: Organizaré comidas informales

Da a conocer tu talento culinario y prepara buenos platos para las personas que comparten el piso contigo, eso siempre gusta. ¡Y si la cocina no es lo tuyo, siempre puedes recurrir a un buen fuet (especie de salchichón catalán para compartir) acompañado de pa amb tòmaquet o a un guacamole en el que todo el mundo mojará los tacos o verdura crujiente con entusiasmo!

Regla n°5: Saldré con mis compañeros de piso

Aprovecha cualquier ocasión para proponerles a tus compañeros de piso alguna actividad fuera. Toma la iniciativa y proponles ir a pasear el domingo, ir a ver una exposición o ir al pub para ver un partido de fútbol, por ejemplo.

Regla n°6: Me volveré aficionado al fútbol

Aquí, el fútbol es el deporte nacional. Cuando hay partidos importantes, las calles se quedan vacías y todos los barceloneses se reúnen delante de la tele (¡o en el mítico Camp Nou!). Quizá seas testigo de debates apasionados entre compañeros de piso si uno va con el FC Barcelona y el otro, con el Atlético de Madrid ¡En cualquier caso, los partidos de la Liga siempre reservan grandes momentos de emoción!
dibujo de un balón de fútbol con los colores del Barça

Regla n°7:  No dejaré tirada en cualquier sitio mi ropa interior

¡Es de sentido común, pero un descuido lo puede tener cualquiera! Si no quieres que tus compañeros se den de narices con tu ropa interior de manera inesperada, procura mirar bien a ver cómo lo dejas todo antes de salir del cuarto de baño. En lo que se refiere a la limpieza, es de cajón: la solución más eficaz para limpiar consiste en organizar un planning en el que a cada uno se le atribuye una tarea semanal.

Regla n°8: Seré solidario

Cohabitar es, ante todo, compartir un espacio de vida diariamente. Hay que llegar a un acuerdo sobre cosas elementales como la limpieza o quién saca la basura. ¡A veces la convivencia consiste también en abrir la puerta al compañero que ha olvidado las llaves, o en ducharse deprisa para tenga tiempo de cepillarse los dientes antes de ir a trabajar!

Regla n°9: Seguiré siendo natural

Compartir piso es una experiencia humana inolvidable. Con el día a día vas a aprender a conocer a los demás poco a poco y viceversa. ¡Así que sigue siendo tú mismo(a) y disfruta a fondo de estos momentos de complicidad!

Regla n°10: Adoptaré un pez rojo

Aunque parezca una cuestión sin importancia, ¿por qué no adoptar un pez rojo y convertirlo en la mascota del piso? Podrás hacer alarde de imaginación desbordante a la hora de elegir un nombre para el pez y no te sentirás tan solo(a) cuando el piso esté vacío.

pez rojo

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