35 cosas que demuestran que eres un barcelonés de verdad
Cultura y tradiciones
1. Ya no dices adiós ni hasta luego sino siempre adéu, incluso fuera de Cataluña.
2. Has sustituido San Valentín por Sant Jordi.
3. Conoces al dedillo las tradiciones de los correfocs y de los castells.
4. Ya no te sorprende ver cómo cada año los cagatiós y los caganers invaden los mercadillos de Navidad.
5. Ya has intentado bailar la sardana (piripi o no).
6. Tus amigos barceloneses no han visitado nunca el interior de la Sagrada Familia. (Y tú ¿qué?, ¿lo has hecho?)
7. Te has convertido en un experto en Modernismo.
Beber
8. Te has convertido en un experto en vermut.
9. Te has convertido en un experto en gin tonic.
10. De vez en cuando tus jornadas se mueven al compás de voces que canturrean «cerveza beer» con acento paquistaní.
11. Ya has bebido absenta en el Marsella.
12. Ya has probado todos los zumos de fruta naturales de la Boquería (¡lo que demuestra que en esta vida no sólo cuenta el alcohol!).
Comer
13. Has sustituido la rebanada de pan con mantequilla de siempre por el pa amb tomàquet que, por otra parte, es una combinación de palabras que pronuncias «pam tumacat».
14. Para ti el bikini ya no es una prenda para ir a la playa, es un sandwich de jamón y queso que puedes comer a cualquier hora del día, ¡ñam!
15. Cuando hablas de pica-pica no te estás quejando de que te haya mordido un mosquito (¡en verano están por todas partes!), para ti el pica-pica es una forma de compartir la hora de la comida/cena entre amigos y probar un poco de todo.
16. Te has convertido en un experto en bravas, sabes dónde y cuándo hay que pedirlas, y ya casi no concibes tomar una caña sin unas bravas para acompañar.
Desplazarse
17. Tus puntos de referencia espaciales ya no son los puntos cardinales sino el mar, la montaña, Montjuïc y el Tibidabo.
18. Tienes una tarjeta Bicing.
19. Has renunciado muy pronto a utilizar la tarjeta Bicing en determinadas circunstancias, como, por ejemplo, subir una cuesta empinada o tener que esperar una hora para devolver la bicicleta a la estación de la playa en verano.
20. Hace tiempo ya que has perdido la costumbre de cruzar la calle cuando el semáforo está rojo para ti (pues eso, ¡que quieres seguir con vida!).
21. Te las arreglas para no perderte en las callejuelas del Gòtic ni en el laberinto de Horta.
22. Dominas los movimientos ninja como nadie cuando se trata de abrirse paso entre los turistas en verano en el casco antiguo.
23. Por sistema, evitas las Ramblas en las horas punta.
24. Te crees que estás en una serie americana cada vez que coges un taxi en dirección del Eixample («¡Esquina Aragó-Villaroel, por favor!»)
Deportes y ocio
25. Te has puesto a hacer deporte: bicicleta, natación, carreras… ¡Sí, incluso tú, que eras tan reacio!
26. Te parece sospechoso que haya algún fin de semana sin festival, mercadillo vintage o fiesta de barrio.
27. Has dejado de lado la idea de bañarte en la Barceloneta, y prefieres la Nova Mar Bella, la playa de Llevant o ya directamente la Costa Brava.
28. Te sabes el himno del Barça de memoria.
Vida diaria
29. Declaras iniciada la era glaciar en cuanto la temperatura se sitúa por debajo de los 15 grados.
30. Tienes miedo a la lluvia y te quedas encerrado a cal y canto aterrorizado allí donde estés cuando empieza a llover.
31. Casi has olvidado lo que significa la palabra «estrés» (pero la vuelves a tener en mente cuando vas en coche y te encuentras a las 8h45 o a las 18h30 en la Diagonal entre el Passeig de Gràcia y la plaza Francesc Macià).
32. Ya no prestas atención al estruendo que arman los vendedores ambulantes cuando golpean las bombonas de gas.
33. Ya has sido víctima o testigo de un robo de bolso, cartera o de teléfono.
34. Ahora tienes un radar anti-carteristas que los detecta a 3Km a la redonda.
35. Y, por último, ¡por nada del mundo te irías de Barcelona!
¿Qué? ¿Eres un barcelonés de los de verdad? ¡No dudes en decirnos si nos hemos olvidado de algo!